De cena una joven policia

Estar en la comisaría era horrible, sólo había chusma por todos lados y policías con las manos grasientas a juego con sus tripas de comer donuts, realmente el espectáculo era espeluznante, menos mal que mamá no había venido finalmente.
Esperamos en un banco que había en el pasillo de dónde nos indicó el agente, allí tuvimos tiempo de charlar mi padre y yo, más él que yo, contándome tonterías para que evadiera mi mente ya que mis piernas empezaban a temblar y pensaba que de un momento a otro iba a vomitar el zumo.

Menos mal que no tenía miedo escénico, me encantaba lucirme delante de la gente y estaba acostumbrada, pero esta vez era diferente, no podía ponerme a posar como solía hacer, tenía que recordar los consejos de Is...."parecer una niñita compungida e inocente". Así que agaché un poco la cabeza, encogí los hombros hacia alante y mi boca se inclinó hacia abajo en un gesto de tristeza, parecía que no había roto un plato en mi vida.
- S...í.-hice como que tartamudeaba de miedo.- ...señoría, por el incidente que protagonicé el domingo en la tarde con un señor.- me esforcé mucho y lo conseguí, se me saltó una lágrima en aquel momento que pronunciaba la frase.-

- El Donmingo en la tarde me dispuse a salir de casa hacia el centro del pueblo para ver si por casualidad encontraba alguna tienda abierta puesto que era el cumpleaños de mamá y lo había olvidado por completo.-gracias a dios que no estaba mamá en la sala.- empecé a caminar y soy nueva en el pueblo, así que llegué hasta una calle por las afueras donde no había ni un alma, como me asusté al verme lejos de casa y sola decidí llamar a casa para que vinieran por mí, pero no tenía saldo, así que decidí entrar en un bar próximo que ví para pedir el teléfono.-no iba a contar mis problemas sentimentales con Nathan por supuesto, tomé aire y continué.-entré en dicho local y al ver el ambiente salí inmediatamente, era un bar poco recomendable para señoritas, pero al coger la puerta para salir un señor salió tras de mí diciéndome cosas y agarrándome del brazo, y cómo no había nadie para socorrerme una vez en la calle eché a correr, pero ese señor se tiró sobre mí y me hizo caer al suelo, no sé como, le tiré el bolso, pensé que así me daría unos minutos para echar a correr, pero ese tipo me arrojó una botella a la cabeza y mire.- dije señalando la herida de la cara.- consiguió cortarme en la cara.-lloré al recordarlo, yo con una cicatriz, no podía ser mas horrible mi vida.- así pues, al quedar yo en el suelo, este hombre se me echó encima con intenciones deshonestas y tuve que defenderme como pude, lo único que ví fue un trocito de vidrio de la botella y mi instinto de supervivencia me hizo clavarselo señoría, sé que estuvo mal, pero ese hombre era más grande y fuerte que yo, yo no quería hacerle daño, sólo sentí miedo y esa fue mi reacción...-empecé a llorar como una magdalena, no me salían las palabras ya.-