Casa de Safira Lemacks

(jajajaja, estais dispuestos a que no haya ni baile ni so hot eh? xD)
Safira Lemacks

No supe cómo reaccionar, tan solo noté un golpe en el pecho que dejó un ligero pero duradero dolor. Abrí la boca pero tardé un rato en contestar.
-No pasa nada tía Helen, algo habrá ocurrido-dije fingiendo una pequeña sonrisa-. No hace falta que le digas nada. Subo a mi cuarto. ¿Vale?
-De acuerdo. ¿Estás segura de que no quieres comer?-dijo con compasión en los ojos-.
¡No, cualquier cosa menos compasión! Es lo más horroroso que existe.
-Segura. Y por favor, no me vuelvas a mirar con pena y compasión, lo odio.
Dicho esto subí a mi habitación y me encerré en mi cuarto, sin saber qué hacer. Me dolía que me plantasen,aunque más dolía el saber que le contá cosas de mí, y él ninguna suya. Pero si alguien cree que voy a derramar una sola lágrima por algo tan absurdo es que no me conocen. Ja, luego se preguntan por qué suelo estar en las nubes, ¡en sueños nunca sufres!
Me vino la inspiración, así que cogí la libreta y me dispuse a escribir:

Si en blancas nubes tu cabeza flota
rozando el pelo el cuerno de la luna,
si entre las estrellas brilla una,
sobre tus párpados, aunque remota;

si cada pensamiento que en ti brota
lleva un timbre de mágica fortuna
con la serenidad de una laguna,
y el frenesí de un corazón que explota;

si los brazos mantienen alto el vuelo,
los pies no alcanzan nunca el suelo,
y desborda el alma de melancolía;

si estás ausente cuando estás presente,
si entre la multitud no ves la gente
grita soñadora; es la fantasía.

-Bueno, mejor cojo mi libro de seres fantásticos para olvidarme de todo-dije en voz alta-. A ver, qué capítulo iba a empezar.
Abrí el libro por el separador y leí en título: "Seres y criaturas de la noche: vampiros, arpías y hombres lobo"

Safira Lemacks
(pensé que sólo ibas a escribirle poemas a Eterno... ya echaba de menos uno! xD)

Empiezas a leer tu libro pero estás demasiado alterada por dentro para centrarte. Lees y relees el mismo capitulo de criaturas de la noche, pero todo lo que aparece en esas páginas no hace más que liarte, entremezclas lo de cada criatura, y, para colmo, hay rasgos que te resultan familiares, pero no tampoco eres capaz de identificar cuales. Al final, entre el enfado y el cansancio, caes rendida encima de tu cama y te quedas dormida.

Por la mañana te despierta tu tía, con mucho cariño, pero intentando ser muy positiva:

- Safira, ¡es hora de levantarse! ¿Qué tal has pasado la noche? Te oí dar algunas vueltas... Bueno, si prefieres, te espero en la cocina para desayunar y ya hablamos allí...

Safira Lemacks

-Si si, ahora mismo bajo-dije bostezando-.
Mi tía salió de la habitación cerrando la puerta. Yo me quedé en la cama pensando en mi sueño. Era tan extraño, las imágenes se mezclaban: los dibujos y fotos del libro, mis padres, Hayden,... ¿Hayden? Uf, esto me está afectano más de lo que esperaba. Luego continuaba como siempre: la nieve, la sangre, mis padres,... Por lo menos ya no me despierto gritando "¡Sangreeee!". Es un avance.
Es sábado, así que no me arreglé mucho. Me puse unos vaqueros con un jersey fino de escote con pico y unas converse azules, a juego con el jersey. Me recogí el pelo en una coleta alta.
Cuando bajé a la cocina pensaba en ir a dar un paseo, necesitaba aire puro. ¿Y hay una playa en Forks para poder pasear no? Hace tiempo que no voy a una. Solo por andar, no me entusiasma el sol.
-Oye tía-dije al bajar y al llegar a la encimera-. ¿Puedo ir hoy a pasear a esa playa que hay cerca de aquí? La de la reserva... Como se llamaba...

Safira Lemacks

Pude ver en su rostro la preocupación por dejarme sola. Estoy segura de que temía que todavía me sintiese mal por lo sucedido con Hayden.
-No te preocupes tía Helen, no me pasará nada, y estoy bien-dije decidida para que se calmara-. Y, si no te importa, preferiría que me llevaras y no me recogieras hasta pasada, no sé... ¿Una hora te parece bien? No te lo tomes a mal, es solo que me gusta estar sola-sonreí-.
Seguro que me entendía, ella no es como mis padres.
-Ahora por la mañana podría hacer algo por la casa, ya sabes.

Safira Lemacks

-De acuerdo, haré la comida-dije riendo ante su súplica-. E iré a la compra. Tu márchate tranquila, que también me acabaré acostumbrando a este ritmo.
¡Bien, ha dicho que puedo ir a La Push! Es que claro, depués de varios años sin ir a una playa, te hace ilusión. En Londres no hay, y en Islandia menos.
Esperaría a que se marchara para coger el dinero, la lista de la compra y las llaves para salir de casa. Mmm, mejor cojo también una cazadora por si refresca.

Safira Lemacks

Me giré y vi a una dependienta. ¡Vaya! ¿No es la que me atendió el otro día en la caja, o me habré confundido?
-No gracias, no hace falta. Sólo estoy fijándome en la distribución de las cosas, no necesito ayuda-respondí-.
Y en verdad no hacía falta, puedo apañármelas muy bien yo solita.

Safira Lemacks

¿Cómo es posible que crea que he robado algo? ¡Menuda humillación, es un insulto a mi persona! Me quedé un segundo con la boca abierta, sorprendida por la insinuación.
-¿Cómo se atreve a insinuar que he robado algo? ¡No me lo puedo creer, es indignante!-dije furiosa-. Mire, vea todo lo que quiera.
Me saqué mi cazadora para vaciar todo, y también le di la vuelta a los bolsillos de los pantalones. Después vacié mi bolso encima de la caja, abriendo todos los compartimentos que tenía. Evidentemente no había robado nada, no soy una delincuente.
-¿Hace falta que me desvista a ver si oculté algo en el escote?-dije con sorna-. Y ahora, si no es molestia, me gustaría que pasaras los productos por caja. ¡Qué vergüenza! Si no fuera este el único supermercado de Forks no volvía.

Safira Lemacks

Esta mujer no entiende que es el sarcasmo.
-Oiga, solo he entrado una vez en el local, con esta dos. Necesito saber donde se encuentra cada artículo, por eso me paraba tanto. Y no me hace falta ayuda, puedo apañármelas bien sin necesidad de nadie.
Mientras hablaba recogí todas las cosas de mi bolso que había echado encima de la caja, salvo en monedero. Saqué el dinero y le pagué.
-También entiendo que tienen derecho a hacer estas revisiones como medida de precaución, pero ofende igual que te tomen por ladrona-dije intentando suavizar la voz-. Y puesto que no me apetece ir hasta Port Angeles a por la compra y que tengo prisa, no haré ninguna reclamación. Buenos días.
Cogí las bolsas después de pagarla y me marché. Venga ya, esta tía está tonta, ¿quién se molestaría en robar un paquete de cereales?

Safira Lemacks

Decidí preparar pollo guisado con patatas y salsa de almendras, y de postre una macedonia fría, muy sencillo y rápido de preparar. Fui pelando las patatas y limpiando el pollo. Depués de hacer la salsa y ponerme a guisar, pelé y troceé la fruta, para luego meterla en la nevera. Acabé enseguida, y me dispuse a poner la mesa.

Safira Lemacks

Tenía la sensación de que algo se me olvidaba, pero no caía en la cuenta, así que le resté importancia.
-Pues nada, después de que te fueras fui a la compra, y como estaba fijándome en los productos para saber donde estaban situados una dependienta creyó que era una ladrona. Pero luego el tema se solucionó. Después volví a casa e hice la comida y el postre, que está en al nevera. Ya ves, sin novedad.

(Estooo, creo que ahora posteas tu)

Safira Lemacks
(No, tienes que contestarle a tu tía. Te hizo varias preguntas y estás amenazada de quedarte castigada...)

Safira Lemacks

-De acuerdo, te lo contaré. Pero dudo mucho que me creas-dije cuando llegamos a casa-.
Cogí aire para empezar a hablar.
-Cuando me dejaste allí empecé a caminar por el paseo sin rumbo fijo. Entonces vi a una persona a lo lejos, en el mar, que parecía que se estaba ahogando. Pedí ayuda a la gente porque no me podía meter en el agua pero no me hicieron caso. Entonces llegó una chica muy amable que se ofreció a ir nadando hasta allí. Vi que algo caía a su lado desde el acantilado y fui hasta allí para saber qué era. Al final, resultó que solo era un chico que estaba haciendo salto de acantilado, algo muy común en La Push por lo que me dijo la chica. Y estuvimos ella y yo hablando un rato, era muy simpática.
Bueno, a ver qué le parece la verdad.

Safira Lemacks

Bueno, teniendo en cuenta que no iba a hacer nada el domingo, está bien. De momento sólo conozco a dos personas de mi edad, y una no sabe ni donde vivo ni mi teléfono.
-De acuerdo, me parece justo-dije-. No tengo hambre, así que me voy a mi habitación.
Subí por las escaleras y al llegar a mi habitación cerré la puerta. Quería estar sola, tranquila. Es algo que desde pequeña me ha gustado, así puedo pensar.
Iba a tumbarme en la cama cuando vi que encima de ella estaba el libro de seres mitológicos. En fin, así podría echarme unas risas con los dibujos que aparecen: vampiros con colmillos que parecen tigres dientes de sable, hombres lobo del tamaño de caballos y arpías que son como águilas calvas.
Jajajaaja, digamos sobre esos temas soy escéptica: no me creo nada hasta que lo veo con mis propios ojos. Pero disfruto leyendo historias de ese estilo, lo cuentos para no dormir son amenos.
Me tumbé en la cama y empecé a leer.

Safira Lemacks

En ese momento que leí la nota sentí una ternura insospechada hacia mi tía. A pesar de que no veían mucho, yo sé que tía Helen quería a su hermano, mi padre. Y sé que le dolió tanto como a mí su mu...mu...muerte; pero es fuerte y se recompone fácilmente. En ese aspecto me gustaría ser como ella.
Desayuné y me quedé tumbada, pensativa. Pasa la mañana sin ninguna novedad, aislada en mi mundo, sin que nadie me perturbe. ¡Vaya, ya casi es hora de comer! Ella estará a punto de llegar.
Golpe de inspiración:

Me encuentro atrapada
entre la tierra y el cielo
mi mente dispersada
callendo a la inmensa oscuridad;
mi alma descansa despierta
aunque sin mente no hay paz
y mi hermoso trozo de mar se cansó de esperar.
Llegando a la inmensidad no encontré la luz
pero un ángel de la oscuridad mi nombre alzó
y las chispas de luz aparecieron sin compasión.
Empiezo a ver distintos colores,
encuentro la canción del sol
pero entre rosas y jazmines lo distingo:
oigo cualquier sonido de fuera
y ahora despierto entre luz y oscuridad.
Entre odio y amor me encuentro
pero ahora lo entiendo,
todo es nuevo para mi:
esta nueva vida
en la que sola me encuentro ahora
pero pronto encontraré mi paz.
Lo haré cuando te encuentre a ti.

El último verso me salió sin pensar: "Lo haré cuando te encuentre a ti". ¿Quién será esa persona que necesito para mi paz?