Casa de Kairel Hansen

-No me siento mal papá solo...tengo uf...mucho calor... - traté de calmar mis jadeos y sentí un ancia inmensa de levantarme y correr y correr hacia el bosque y perderme en él. Quería hacerlo, iba a hacerlo.
-papá...- me desabotoné la blusa y quedé solo con un bibirí gris pegado al mi cuerpo. me quité los zapatos. Me miró como si estuviera loca.- no tengo fiebre-.- le aclaré.- sólo...mucho, demasiado calor.- mis jadeos aumentaban. amarré mi cabellos en una cola alta y empecé a caminar descalza cruzando la tienda en dirección al bosque.
Los chicos me miraron extrañados, más bien sorprendidos.
Claro, no todos los días helados una chica va semidesnuda por ahí. Cerré los ojos y eché a correr y correr logrando escuchar a lo lejos los gritos de mi padre llamándome.
Al poco tiempo a sus gritos se le unieron unas voces pero ya me interné tanto que dejé de escucharlas.
No sé cuanto corrí pero al final me dejé caer al suelo apoyándome en mis rodillas y en las palmas de mis manos.
Qué me estaba pasando?

(soy pésima en esto ¬¬, hasta ahi esta bien? =S)

Kairel Hansen
(Perfecto!!! Y no te preocupes, te falta cogerle el truco, nada más xD)

En la soledad, tirada sobre la hierba fresca, parecía que tu cuerpo empezaba a relajarse. Cada vez te costaba menos respirar y, aunque seguías teniendo calor, no te molestaba. Era como si tu cuerpo estuviese asimilando todos esos cambios. Pronto empezaste a oír la voz de tu padre que se adentraba por el bosque buscándote. Tardó mucho en aparecer ante tus ojos, por lo que te sorprendió lo fino que había estado tu oído... ¿o tu padre estaría cerca, pero tardó en encontrarte? Al verte, volvió a gritar:

- ¡Kai! ¿Qué te pasa? - dijo arrodillándose en el suelo para verte mejor.

-kai, que te pasa?-
Respiré hondo y me incorporé lentamente quedando sentada frente a él.
-Ya...ya estoy mejor papá...- murmuré. Me recogí un mechón de cabello que se habia escapado de mi moño al correr y lo acomodé detrás de mi oreja. Estaba muy sudada.
-No sé que me pasó...pero...ya no tengo nada...- mentí en lo último pues mi temperatura no habia bajado a su normalidad, el problema era que mi cuerpo me decía que esa era la normal y mi mente lo contrario.
-no tengo fie....- me detuve cuando papá posó su mano sobre mi frente para tomar mi temperatura. Mis ojos se abrieron de sorpresa.- tu...tu mano está helada...papá se te ha bajado la presión?...- pregunté extrañada.
Que yo supiera mi padre no sufría de bajas de presión...o tal ve mi termostato ya se habia ido a la basura y sentía todo al revés...

(espero este bien...el truco, el truco, agarra el truco claudia! espero agarrarlo...xD gracias...)

Kairel Hansen
(Perfecto!!! Ves, sí le estás cogiendo el truco xD)

- Anda - dijo tu padre cariñosamente mientras te ayudaba a levantar - lo mejor será que volvamos a casa. Algo te ha debido de sentar mal, será mejor que guardes un poco de reposo, ¿no crees? ¿o prefieres que te lleve al médico? Hay, dime como te encuentras, que me estoy preocupando...

-papá éstoy bien...deberías saberlo..tú eres médico ¬¬- le dije. él sonrió dándose cuentas de la verdad de lo que acababa de decir y yo me puse completamente de pie mientras sacudía el polvo de mi ropa.
Mis pies sintieron la tierra húmeda cosa que me dió un poquitito de asco, siempre habia sido algo asquienta pero esto era el colmo. Desde que gaseosa-la iguana de mi vecino.- explotó embarrándonos a todos era así de asquienta. Alcé el pie y con la mano empecé a quitarme los restos de tierra. Me sorprendí del increíble equilibrio que estaba haciendo. Hace unos días me habría caido de solo alzar el pie.
-que asco...- repetí haciendo un puchero y mi padre solo sonrió y negó con la cabeza.- ya vamos...- dije y antes de que diera un paso pude sentir más movimientos de pies en el bosque. como si alguien caminara hacia nosotros.
Creo que instintivamente me puse delante de mi padre para protegerle, pero qué podría hacer yo en caso de que fuera una pandilla de ladrones o algo peor?
Era tan solo una adolescente!

( si sere idiota ¬¬ no sirvo para esto y es en serio...en fin...)

-supongo...pero...- no me dejó terminar y me jaló del brazo. - cierto, ya hice suficientes locuras por un díaaaaaaaaaaaaaaaaa............- dije siendo jalada por él. demonios era muy rápido.
En mi mente pensaba qque rayos me habia pasado?
calores, oido fino? ya me estaba volviendo loca :s
- ve más lento....- pedí y él lo hizo.- gracias...- murmuré con sarcasmo soltándome y adelantándome de él caminando más lejos hasta que llegué a la casa.
Estab molesta, no, enfurruñada era una mejor palabra.
Este lugar definitivamente no era para mi.
Nunca iba a pertenecer a ningún lado....

(sorry estoy medio depre...)

Kairel Hansen
(No te pongas así, en serio, sólo es cuestión de tiempo xD)

Tu padre te dejó andar adelante, hasta que al llegar a casa se te acercó cariñosamente.

- ¡Kai! ¿Qué te pasa? Venga, ve a cambiarte y métete en la cama, ahora voy a coger mi maletín y te hago un pequeño chequeo - dijo preocupado - Si te digo que creo que has vuelto a crecer... ¿me crees? Cómo sigas así, te vas a parecer muchísimo a los chicos aquellos tan altos - dijo intentando animarte.