Casa de Kairel Hansen

Bajé del auto de papá y admire la casa. Era idéntica a todas las demás. Tomé mi mochila de mano y cerré la puerta del auto tras de mi. Mientras papá bajaba las demás cosas entré para "investigar" un poco el que sería mi nuevo hogar.
Una habitación...veamos...Cuál sería perfecta para mi?
Habia solo un piso y a la entrada estaba la sala con un sofá de tapizado crema, un televisor y un mueble de madera. Después iba el comedor, la cocina y más allá las habitaciones.
Caminé directo a ellas y entré a la última puerta. Me quedé fascinada. Las paredes estaban pintadas de un azul claro con una ventana al lado cubierta por unas cortinas blancas. Una cama con detalles grabados en la madera, ya tendida y una mesa de noche con una lámpara.
-Encontré mi habitación!- grité emocionada para que papá pudiera escucharme.-Y es solo mía!-
Oí su risa y sentí sus pasos acercarse.

Kairel Hansen
(La casa es planta baja y un piso, las habitaciones arriba... pero todo bien xD)

- ¿Te gusta esta habitación? - dijo riendo mientras le echaba un vistazo - me parece bien... y ¿has visto alguna para mí? Si no la busco yo... Mientras te toca coger tus cajas y traerlas... Podemos empezar colocando las habitaciones, ¿te parece bien? - preguntó contento de verte tan alegre

-Ay..papá...tengo que subir las cajas?- pregunté haciendo un puchero. Sabía la respuesta así que ni la esperé y salí de la habitación directo a la entrada donde ya estaban la mayoría de cajas. No tenía muchas cosas por lo que no tendría que hacerme mucho problema.
-Te parece si tu habitación es la que está al lado de la mía? No la he visto pero seguro te gusta jeje- dije mientras hacia un gran esfuerzo para arratrar la cja por el suelo hasta mi nueva habitación.

Reí.
-Papá cómo se te ocurre que me molestará tenerte cerca? yo no soy como esas adolescentes pero si quieres darme privacidad hay otra habitación un poco más lejos.- sonreí dejando la caja al lado de mi cama y tirándome al suelo a su costado. -Te veo muy emocionado. Pareces un niño jeje.- Sonrió y yo me levanté mientras tomaba una de las llaves de mi llavero y rompía la cinta de embalaje que protegía la caja.-Me da pereza tener qué desempacar...no puedo hacerlo solo con esta caja y mamñana termino con las demás.- dije haciéndole un puchero.

-Claro lavate las manos.- le dije referente a lo último. -Tienes razón mejor la habitación del fondo jeje.- rió mientras yo suspiraba y empezaba a sacar las cosas de la caja y a guardarlas en el sitio debido.
Entre tantas cosas encontré aquel viejo libro que mamá solía leerme cuando era muy pequeña. Sonreí y lo abrí en la página que recordaba sacando la foto de ella y admirándola con una sonrisa.
-Hola, mamá, espero que te guste este lugar.-le sonreí a la foto antes de meterla bajo la almohada.
El desempacar era demasiado cansado! Era la primera vez que me mudaba y no me estaba gustando nadita esta parte.

-Pizza! No, Comida china! no! Pizza! no! Comida china! Kyaaa! que dilema. Mejor pizza es más rica pero hace tiempo que no como comida china y...Ay...tú que quieres comer. Por mi la comida china. Sip comida china, Ya me decidíª- estalló en carcajadas y yo me le uní.
Terminé de arreglar la primera caja y salí a la sala por la otra.
Papá tenía razón lamentablemente, debia arreglar todas mis cosas ya o me faltaría algo y tardaría mucho cuando lo quisiera.

Me reí de la desesperación y a la vez emoción de mi padre y salí del cuarto para ayudarle.
-Los cubiertos estan aqui.- dije abriendo una caja y sacando un taper de plástico donde estaban estos. -y dudo que este sea un peor desastre que aquel cuando cuando nuestro antiguo vecino hizo explotar su iguana. Cuál fue la lección que aprendimos? nunca le des nitroglicerina a tu iguana...- me quedé pensando.- ni confíes cuando tu vecino diga no pasa nada déjala saltar en la cama...-
Se estremeció al recordar a la pobre "gaseosa" que era como se llamaba la iguana.
si, una iguana llamada gaseosa, gracioso no? Pero su madre se llamaba luciana y una vez me mordió el dedo.

Un paseo...
-Sip, me parece bien. Me gustaría conocer a los nuevos vecinos- dije pensativa.
Nunca habia tenido verdaderos amigos, espro que aqui pudiera hacer unos. nueva ciudad nueva vida como dicen, no? Pero...tal vez la cosa no cambiaría mucho. Siempre me utilizaban o ni siquiera me recibían por ser muy infantil o inmadura pero a decir verdad yo era mucho más madura que ellos y por lo tanto no aceptaba meterme en sus tonterías.
Ni siquiera aquella vez que Javi, mi viejo y único amigo, me salvó de probar la droga.
-Crees que...?- dejé la pregunta en el aire y bajé la cabeza para luego empezar a comer.-...no importa...-susurré.

-Su...supongo...-susurré Suspiré hondo y puse mi mejor sonrisa para no preocuparle. Amaba a mi padre, era la persona má importante para mi por no decir la única que habia estado a mi lado todos estos años. Mi única familia.
-Vale! Cambio de Tema! haber...recuerdas a Fabio?- pregunté me miró pensativo tratando de recordarlo.-Al "pollo negro" como solíamos llamarle. Ese que se pasó de listo una vez y yo le di una paliza. Mal hecho. La ppdp me demandó.-
Me miró extrañado.
-Qué es la "ppdp"?- me adelanté a su pregunta.- "personas pro derechos de los pollos" ¬¬- Prácticamente escupió la gaseosa de la risa y yo me le uní instantes después.
Me encantaba ver a papá reír. Generalmente yo siempre hacía reír, al menos eso me decían. Aunque yo no soy solo eso. Un "payaso", soy una persona con sentimientos y eso es algo que la gente tenía que entender.
De tanto pensar me acabé mi comida en un dos por tres.
-Si que tenía hambre, estuvo rico. Provecho!!! - dije poniendo mi mejor sonrisa y parándome para lavar mi servicio.

-lavavajillas? menudo rollo esta tecnología!- me tapé la boca.- Ay no! Hablo como vieja!!!! - él estall´´o en carcajadas mientras yo me levantaba.- Definitivamente voy a terminar de desempacar. Deja de reírte o te dolerá el estómago1- le reñí.
Caminé hacia mi habitación y seguí desempacando. Solo quedaban dos cajas así que no demoraría mucho.
cinco minutos después....
-Ok! Esto es demasiado!- sollocé. Habia logrado desempacar solo una caja y aún me faltaba otra.-Ya Kai, deja de quejarte y apúrate si quieres salir.- me dije a mi misma y seguí desempacando hasta que estuvo todo listo.
Lo cual me tomó una media hora más o menos :S
Caminé hacia la habitación de mi padre el cual se encontraba sentado en la cama viendo un libro tranquilamente mientras las cinco cajas al lado de su cama ya estaban vacías.
-YA Terminaste de desempacar?!- pregunté escandalizada.

Kairel Hansen
(Cuidado, los tiempos, es decir, la hora, la marco yo xD)

- Terminé hace más de media hora, pero no quise agobiarte - dijo sonriendo - ¿Ya has terminado? Si es así, coge el abrigo, aquí hace mucho frío, y ¡salgamos a descubrir la vida que nos rodea! - dijo animado mientras cogía su abrigo y un paraguas.

(SORY, SORRY SORRY! NO SABIA! =S No lo volvere a hacer xD )

-Suenas como esos guías de excursionistas...¬¬- le dije riendo. Corrí a mi habitación y rebusqué en mi armario por mi cazadora para abrigarme. Me la puse y salí de nuevo a la sala, mi padre estaba en frente de la puerta abierta ya abrigado.-ya me puse nerviosa...- murmuré.- ya sé, ya sé no tengo nada de que preocuparme.- me le adelanté dejándolo con lo que iba a decir en la boca. Puse carita inocente y salí de la casa.

Kairel Hansen
(Tranquila, ya le irás cogiendo el truco xD)

- ¡Ya verás como te gusta todo esto! - dijo tu padre al poco de salir - Mira, las casas son preciosas, no "desentonan" con la naturaleza que las rodea... Ésta es la tienda de La Reserva, está bien surtida, no sería necesario ir para nada al pueblo, pero mucha gente va... - Mientras te dice esto observas a un grupo de chicos, todos bastante altos, delante de la puerta de la tienda. Al veros pasar os saludan educadamente, antes de seguir con su conversación - ¿Viste ese grupo? - dijo tu padre - aquí hay bastantes chicos de tu edad, y parecen muy educados, estoy seguro de que no tendrás problema ninguno para hacer amigos - añadió bajando el volumen.

-Espero...- dije frunciendo el labio en una especie de puchero y seguí caminando. Mientras mi padre seguía hablando volteé disimuladamente la cabeza de regreso al grupo. Eran muy altos y yo que era una chata no encajaría qui tal vez. Dios Kai! buscas cualquier excusa!- medijo mi conciencia.
-Son guapos- comenté volteándome al ver al frente. Mi papá soltó una carcajada.
No, mi padre no era el típico padre celoso, técnicamente era un niño grande. Le di un beso en la mejilla y él sonrió paternalmente.
-Te quiero Pa- le dije. Murmuró un yo también y seguimos caminando.

(espero agarrarle el truco xD, esto de los roles es nuevo para mi pero me esta gustando =D)

Kairel Hansen
(Estoy segura de que tanto tú, como tu personaje, os habituareis enseguida!! xD)

- Sí son guapos, tienes razón, y ¡muy altos! - dijo tu padre entre risas - Ahora que me fijo... ¡Esa cazadora te queda algo corta! ¿No es la que llevabas ayer? Parece como si hubiese pegado un estirón de ayer a hoy - dijo mientras seguíais paseando entre las casas.

-Es como si hubieras pegado el estirón de ayer a hoy-
Las palabras de papá me extrañaron, pero me extrañaron más aún porque parecían ser ciertas. Parecía que hubiese crecido bastante en un solo día, era muy extraño... La cazadora ya me estaba quedando corta y aparte de eso estaba empezando a darme calor.
Veía a la gente pasar muy abrigada y ese calor aumentaba y aumentaba. Qué estaba pasando? Mi termostato se habia averiado o qué?
Llegó el momento en que no lo aguqnté más y me quité la cazadora jadeando del calor.
-Antes de que me riñas creo que lo mejor era sacármela antes de terminar sofocada por completo...- le dije a mi papá que ya estaba por reñirme. Empecé a caminar más rápido y mi papá tuvo que hacelerar el paso para alcanzarme.
Kai, Kai...qué me está pasando? demonios. Mi mente no dejaba de repetir lo mismo y de lo distraída que estaba tropecé con una roca cayendo al suelo.