..Antitesis..

Nathaniel Miller

- Genial, entonces a que hora te voy a buscar? - dije sonriendo - y bueno, donde vives claro hahahah! Y tranquila que no te dejare sola, a no ser de que encuentres a alguien y quieras que me vaya claro hahhaha no me voy a quedar mirando.

Saqué como pude de mi bolso un papel y me apresuré a apuntar mi dirección y telefóno.

-Aquí tienes Nathan, sobre las 20.30 estaré lista, y tranquilo, por nada del mundo te dejaré sólo, acabo de decirte que aceptaba la invitación de ir contigo.-le guiñé un ojo mientras abría su mano para depositar el papelito en ella.-

Nathaniel Miller

Cerre mi mano alrededor de la suya para coger el papel.
- Vale, pues a las 8:30 estoy en tu puerta - dije mirandola a los ojos y sonriendo, separe mi mano de la suya y cogi el boli. Sujete su mano con suavidad y le escribi mi numero - por si necesitas algo o a alguien
Entonces mire el reloj que habia pegado en la pared y me di cuenta de lo tarde que era.
- Quizas deberiamos aprovechar el dia yendo a clase o algo asi, si tus padres se enteran de que te estas saltando las clases te matan.

¡Me había pintado su número en la mano!me dió un subidón de adrenalina mientras mantenía mi mano entre la suya y con suavidad iba garabateando su teléfono, ¡estaba en una nube!

-¡Hecho! salgámos de aquí, aunque mis padres no tienes por qué enterarse de que no he ido a clases hoy.....

Nathaniel Miller

- Bueno, pero antes de irnos pensemos a donde vamos no? parece que chispea - dije señalando con la cabeza la ventana. - A donde quieres ir?
Le pregunte mientras seguia sujetando su mano y empezaba a dibujar en su muñeca:

-Que dibujo más bonito Nathan, eres un artista ¿eh?.-me temblaba un poco la mano, pero él me la sujetaba con firmeza pero mucha suavidad.-Qué te parece si me enseñas un poco el instituto, no conozco nada de aquí, total va a llover y olvidé mi paraguas....

Nathaniel Miller

- Hehhe que va - dije respondiendole a lo que dijo sobre mi dibujo, me encantaba dibujar, sobretodo tatuajes. - pues si quieres te enseño algunos edificios, aunque para eso hay que salir fuera, y se te va a estropear el pelo hahhah.
Termine el dibujo, le devolvi el boli y me puse en pie para irnos. Salirmos de la cafeteria y echamos a andar por los pasillos, no sabia que enseñarla, era un instituto normal y corriente.

-Hehhe que va – me dijo algo abrumado por el cumplido. - pues si quieres te enseño algunos edificios, aunque para eso hay que salir fuera, y se te va a estropear el pelo hahhah
-Gracias por preocuparte por mi pelo.-le dije riéndome.-no salgamos del edificio entonces, parece que va a caer una fuerte tormenta.-realmente el tiempo se mostraba bastante inestable.-

Fue al levantarse de la silla Nathan cuando tuve oportunidad de admirarlo desde otra perspectiva y con más detenimiento; era un chico bastante alto, me sacaba una cabeza, tenía la tez blanca, algo que hacía resaltar sus preciosos ojos azules, de una tonalidad tan clara que parecían transparentes. Su barba de dos días era de un castaño muy claro, contrastaba con sus patillas que eran algo más oscuras, pero hacía un contraste perfecto en él. Sus labios eran carnosos, el labio inferior era algo más grueso, mientras que el superior tenía una terminación muy definida lo cual le hacía una boca bastante seductora.
Su cuello era fuerte, que junto a su trapecio, se encontraban de lo más definidos.
Al estirarse hacia atrás para ponerse su chaqueta de cuero, pude apreciar cómo marcaba su abdomen en la camiseta blanca que llevaba, era un pecho fuerte, bastante musculado, era fibroso pero a la vez vigoroso, se le veía sólido y estable.
Sus brazos eran largos pero muy torneados, de ellos sobresalían unos robustos bíceps, los cuáles estaban decorados con unos tatuajes que apenas pude apreciar desde mi posición.
En definitiva, me resultaba bastante excitante el conjunto de su cuerpo con su aspecto de “chico malote”.

Nathaniel Miller

Me apoye contra una de las paredes del pasillo, mientras miraba por la ventana y empezaba a llover,y entonces note que Audrey no paraba de mirarme, sonrei y la mire de reojo.
- Que miras con tanto interes? - dije y solte una suave risa, mientras me colocaba el cuello de la chaqueta y apoyaba la cabeza contra la pared para seguir viendo de reojo como se ponia colorada por mi comentario.

-Emm esto nada, sólo te miraba.-me sentía estupida con él por la extensa variedad de comentarios tontos que la presencia Nathan provocaba en mí.-

Rinnggggggg Ringgggg (el timbre del instituo comenzó a sonar)

-Vaya lo siento, tengo que salir ya, mi padre dijo que estaría puntual en la puerta para llevarme a casa, si te apetece, mañana podemos seguir hablando, y si necesitas cualquier cosa puedes llamarme al móvil, nunca lo apago y me me suelo acostar tarde.-la tristeza me iba haciendo más mella conforme dejaba atrás la figura de Nathan apoyado en aquella pared.-

Nathaniel Miller

Apoyado en la pared vi como Audrey se alejaba y el pasillo se llenaba de adolescentes deseando ir a sus casas porque las clases habian terminado. Entonces cai en la cuenta de la hora que era y en que tenia que darme prisa si no queria llegar tarde a mi primer dia de trabajo, aunque tenia tiempo suficiente, pero en Forks nunca se sabia.
Asi que me incorpore y empece a andar por el pasillo evitando chocar con la gente, recordando aquellos tiempos en los que yo corria por salir del instituto.
Llegue al parking, llovia muchisimo y encima tenia que ir en bici, asi que me iba a calar. Empece a caminar por el parking en direccion a mi bici y justo al otro lado vi como una cabellera rubia, Audrey, corria hacia un coche, supuse que el de su padre, "madre, que cu.. pero en que estas pensando Nathan? No no, deja de pensarlo, vas a llegar tarde".
Llegue a mi bici, quite la cadena y me la eche al cuello para no llevarla en la mano. Llevaba dos minutos bajo la lluvia y ya chorreaba, monte en la bici y eche a pedalear en direccion a la cafeteria.

(chorrear ... so hot!! dish xD)

Nathaniel Miller

Al montarte en la bici notastes que el enganche seguia estando algo suelto, pero seguistes igualmente adelante. En poco tiempo te pusiste en paralelo al coche del padre de Audrey, sin saber porqué te aumentaron las pulsaciones a una velocidad desproporcionada, y fallastes al pedalear, callendote con la bici contra el capo del coche. Notabas como algunas costillas se te habian roto y como te costaba respirar

Del coche bajaron entonces tu amiga y su padre, atemorizados por lo que pudiera haber ocurrido

Audrey Owen

En la puerta ya estaba esperando tu padre con el coche aparcado en la acera. Te acercas sin poder dejar de mirar de reojo a Nathaniel, no sabias que hacia, pero no paraba de mirarte y parecia que le gustaba

Al entrar en el coche, detras, ves como al poco tiempo Nathan se pone paralelo a ti, y vuelve a mirarte algo distraido y entonces, un fuerte golpe y el siguiente frenazo de tu padre ... ¿Habiais atropellado a Nathan? ¿Que habia pasado?

Bajas junto a tu padre apresurada, y ves como tu amigo se retuerce en el suelo, parece que esta echando algo de sangre por la boca y que le cuesta respirar

Dios mío, mi padre había atropellado a Nathan, estaba nerviosa, no sabía bien que hacer, me quedé paralizada y empecé a llorar sin parar
-Audrey hija toma mi móvil y llama a emergencias, ¡¡¡Corre vamos!!!

Cogí como pude el móvil de su chaqueta, mientras marcaba nerviosa, ví como mi padre intentaba hacerlo volver en sí, allí estaba Nathan tendido en el suelo con los ojos cerrados, sin pensarlo me arrodillé junto a él y puse su cabeza sobre mis brazos y me la llevé sobre mi pecho.
-Nathan, estás bien, tranquilo todo va a salir bien, vamos háblame, dime algo, por favor no cierres los ojos, sigue mirándome por favor cielo

Nathaniel Miller

La vision cada vez se te iba nublando un poco mas, te parecia escuchar como Audrey decia algo pero no reconocias muy bien el que, y lo siguiente, el sonida de una ambulancia acercandose y una luz sobre tus pupilas

Audrey Owen

No querias creer lo que estabas viendo, parecia que Nathan cada vez se ponia peor, echaba mas sangre por la boca y comenzaba a convulsionarse bruscamente, su piel estaba fria y su cara palida.

Por suerte pronto llego la policia y entre un enorme jaleo consiguio levantar el cuerpo de Nathan y meterlo adentro

- ¿Algun familiar o amigo que nos acompañe? - dijo el enfermero

Tu padre te dio un empujon para que lo acompañaras y te dijo al oido

- Yo ire ahora en coche, no tardare mucho - te aseguro

Dentro de la ambulancia la atmosfera era rara, los tres medicos que habia trabajaban rapido para intentar solucionar el problema

- Tiene dos costillas clavadas en el pulmon - escuchastes decir a uno - No pinta nada bien

Este mismo enfermero coloco una linterna encendida sobre los ojos de tu amigo, mientras le daba algunas cachetadas para reanimarlo, pero parecia que Nathaniel se ponia peor por segundos

Nathan entreabrió los ojos y me miró, extendió un poco su mano buscando la mía, agarré su mano mientras con la otra le tocaba la frente, pareció que esbozó algo así como una sonrisa, me acerqué a él y le dije:
-Te prometo que te vas a poner bien.-me incliné hacia él, y posé mis labios sobre los suyos.-

Nathaniel Miller y Audrey Owen

Al ver el panorama uno de los medicos rio sonsacarronamente

- ¿Te crees que es cenicienta? ¿No era al reves el cuento? - bufo

¿Que paso entonces? Un giro brusco quizas, un derrape o quien sabe, pero lo siguiente que vistes fue como Nathan estaba debajo tuya y abria los ojos claramente conscientes. Pero encima tuya el cuerpo de dos enfermeros yacian inertes, aplastados por trozos de la ambulancia y restos de medicinas e instrumetos quirurjicos

Desde fuera parecia que alguien pretendia ayudaros

Aquelarre Ruiz de la Vega

Nick te hizo caso y comenzasteis juntos a separar trozos de metal y restos de los coches, uno era una ambulancia, y parecia que dentro todos sus viajeros habian muerto, todos menos dos, que parecian mirarse de una forma muy rara el uno al otro.

Mientras seguiais intentando ayudar en todo lo posible limpiando el terreno, en el otro coche, parecia que un chico de unos 18 años tambien vivia aun, aunque sus dos padres estaban muertos

Nathaniel Miller

Todo fue muy confuso, cuando abri los ojos Audrey estaba encima mia, tan cerca de mi, "oh dios Nathan, no es momento para pensar en esas cosas" me dije a mi mismo, y entonces note el dolor que recorria mi cuerpo.
- Audrey - dije entrecortadamente - estas aplastandome las costillas, no puedo respirar.
Entonces Audrey se quito de encima y yo me incorpore como pude, aguantando las punzadas de dolor que sentia en el pecho, y mire a mi alrededor observando la situacion, debiamos salir de alli por si explotaba algo.
Me levante tambaleandome con ayuda de Audrey y nos alejamos despacio del accidente, llegamos hasta la cuneta y me recoste alli como pude. Me costaba mucho respirar y notaba el sabor salado de la sangre en mi boca.

-¿Qué tal te encuentras Nathan?, tranquilo, estoy aquí, no dejaré que te pase nada,.-estaba sangrando mucho, no sabía que hacer ante una situación como esa, todo me superaba, pero tenía que mantener la compostura delante de él.
-Mira allí, es un coche,¡oh sí! estamos salvados, es el coche de mi padre!enseguida estamos en el hospital, te prometo que te pondrás bien.-le sonreí y entrelacé mi mano con la que le quedaba libre, la otra la tenía alrededor de las costillas.-

Nathaniel Miller

- Dios Audrey, me encuentro muy mal, creo que no voy a poder acompañarte al baile - dije sujetandome las costillas y tosiendo.
Se me empezo a nublar la vista, se me iba la cabeza, tenia mucho frio y me costaba respirar. Estaba a punto de perder el conocimiento, me levante un poco la camiseta y solo veia sangre, debia de tener mas de una herida.

-No seas tonto, olvida el baile ahora, además, habrá más bailes y me vas a tener que invitar a todos ¿eh?, así q venga.-le decía mientras retiraba su mano de la camiseta llena de sangre.-enseguida llegamos al hospital y te vas a poner bien cielo, confía en mí.-al acabar de hablarle, besé su frente, mis labios quedaron pegados en su frente unos segundos que se me hicieron eternos, no quería perderlo ahora que había aparecido en mi vida.-

Nathaniel Miller

Audrey beso mi frente, fue como un respiro, durante un segundo todo el dolor de mi cuerpo desaparecio, pero volvio sacudiendo todas las partes de mi cuerpo. Tenia frio, pero a la vez sentia como mi sangre ardia por dentro descontrolada, seguramente tendria hemorragia interna. ¿Y si no salia de esa? habia estado en situaciones parecidas pero nunca tan extremas. Llevabamos un rato alli y no habia venido ninguna ambulancia y el coche del padre de Audrey no podia pasar por encima de los escombros.
- Audrey - susurre entrecortadame, la cabeza me daba vueltas, no enfocaba bien y eso hacia que me marease mas, asi que cerre los ojos. - dame un beso como el de antes, como el de la ambulancia.

Nathan tenía la cabeza apoyada hacia atrás en el "quita-miedos" de la cuneta, cogí con una mano su mentón, y acerque mis labios a su boca, empecé a apretarlos suavemente, paré un momento y se a Nathan se le escapó una risilla, volví a acercarme esta vez para atrapar entre mis dientes su labio superior tirando de el hacia mí, hizo una mueca de dolor, pero apenas me dió tiempo a apartarme de él cuando intrudujo su lengua en mi boca y comenzó a buscar la mía apasionadamente, se incorporó un poco en sí y me agarro el cuello con una mano, comenzaba a apretarme con fuerza contra él y me hacía sentirme genial, Nathan me estaba poniendo a 100

-Nick, no respires, ¿vale?

Nathaniel Miller y Audrey Owen

A lo lejos llego un coche que Audrey podia reconocer facilmente, era su padre.

Apresuradamente bajo y se puso al lado vuestro, mirandoos extrañado

- Audrey estas muy mal ¿Que se supone que haces? ¿No ves que se muere? Cuando se entere tu madre ... - dijo

Aquelarre Ruiz de la Vega

Nik hizo caso de tus palabras, y dejo de tomar aire para ahogar su sed. Pero los cuerpos muertos cada vez estaban mas desangrados, y el calor de la pareja que aun vivia, te avivaba incluso a ti el deseo de morderlos.

Los ojos de Nick cada vez iban saliendose mas de sus orbitas, y brillando mas en ellos su color rojo purpura

Le agarré el brazo a Nick para que no se escapara, aunque a mi también me golpeba el olor de la sangre, pero me podía controlar