Casa de Nathaniel Miller

Nathaniel Miller

Despues de toda la noche trabajando duramente, por fin conseguiste arreglar la bici, y ahora la observas orgulloso, tu vieja bici ...

Nathaniel Miller

Por fin algo salia bien, despues de haber trabajado toda la noche habia recuperado mi antigua bici. Mire el reloj del movil y vi que eran las 9, ahora no me iba a meter en la cama, asi que baje a la cocina, cogi un croisant, que habia comprado mi padre el dia anterior, y sali de casa direccion al instituto montado en mi bici, tenia que ver si me admitian como estudiante.

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Pedaleando en direccion al instituto te topas con otro problema, la rueda trasera de la bicicleta se afloja algo y se sale lo justo para hacerte trompear y caer. Aprovechas tu caida para arreglarlo y poder seguir, pero tu ropa esta sucia y con algun roto

Finalmente llegas al Instituto, aun con dolores en las palmas de las manos y en la rodilla derecha por la caida

*Sigues en el tema de tu novia dish xD

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Me quede asombrado mirando a mi padre, despues mire a Audrey, y despues otra vez a mi padre. La primera vez que me habian visto con una chica en casa no habia sido buena, nos habian pillado de pleno en mi cuarto, desde entonces no habia vuelto a llevar a ninguna chica a casa.
- Si bueno, papa, que pronto estas tu en casa, ¿no? - dije nerviosamente - ¿hoy no trabajabas hasta tarde? - entonces Audrey me pincho en la espalda, me miro y supe que queria que les presentara, puse los ojos en blanco y la señale - Audrey este es mi padre Jonathan; papa esta es Audrey.. es.. una amiga - vacile - que ha venido a ayudarme con las matematicas, ya sabes, nunca se me han dado muy bien - sonrei y espere su aprobacion - ademas ha prometido que va a hacer la cena - dije mirandola y guiñandola un ojo sin que mi padre lo viera - ¿te vas ahora a trabajar no? - dije esperanzado viendo que llevaba la ropa de esta mañana.

No podía estar viviendo aquello, me aseguró que su padre no estaría en casa por eso accedí a ir, me quería morir en ese momento, allí estaba su padre tan féliz de vernos aparecer como si tal cosa.
- Encantada señor Miller, es un placer conocerle.-dije estrchándole la mano, parecía uno de esos tipos duros como para darle un par de besos, supuse que los dos se reirían de mí si lo hacía.
Miré a Nathan con desconcierto, estábamos aun en la puerta y no me invitaban a entrar, me sentía incómoda pero no dejé que se me notara, y allí estaba con una estúpida sonrisa en la cara para disimular la verguenza que estaba pasando. Tenía aun la esperanza de que el buen hombre marchara a trabajar o a cualquier sitio lejos de aquella casa, ya que Nathan le insistió para que lo hiciera.
-Tenemos muchos deberes por hacer, y no sólo de matemáticas.-intervine ante el tenso minuto de silencio.- pero antes deberíamos cenar algo, venimos hambrientos y es algo tarde...-agaché la cabeza, no podía con la verguenza que sentía más tiempo.-

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Resople aliviado cuando vi como mi padre se alejaba con el coche y se perdia de vista a lo lejos. Me apoye contra el marco de la puerta y mire al cielo, encapotado como siempre en Forks, mientras pensaba en lo incomoda que habria sido la situacion si el se hubiese quedado alli.
Entonces cai en la cuenta de que seguiamos en el porche.
- Pasa nena, con lo de mi padre se me habia olvidado que estabamos fuera - dije riendo e invitandola a entrar. Cerre la puerta tras ella y deje la mochila y la chaqueta a los pies de la escalera. - ¿hacemos los deberes y cenamos o al reves? - pregunte mientras me despeinaba el pelo.

Se me hizo interminable el tiempo en que se despedía el padre de Nathan, por fin se había marchado, nos quedamos los dos como tontos en la puerta verlo marchar en su coche. Me invitó a entrar cuando volvimos a la realidad de que estábamos solos de milagro, su casa era acogedora, no estaba nada mal, eso sí le faltaba un toque femenino, estaba algo descuidada, pero no creía que era el mejor momento de decir nada, lo de su madre estaba demasiado reciente.
-Mi idea es, yo preparo la cena en un tris y tu vas a descansa a la tele o donde quieras, te dije que me encargaba yo de todo, luego subimos a tu cuarto y hacemos los deberes.-le dije mientras le empujaba hacia la salita que estaba al lado.- ¿la cocina es allí no?.-dje señalando una puerta que había en frente de la sala.-

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- No - dije con voz triste abrazandola por la espalda - yo quiero estar en la cocina contigo - empece a darla besos por el cuello pero ella me empujo hacia la salita, puse cara de enfadado y subi las escaleras hacia mi habitacion. La camiseta que llevaba estaba algo manchada de sangre asi que me puse una negra de tirantes, por si volvia a sangrar y la deje en el suelo. Hice un poco la cama y recogi lo que habia por el suelo, apartandolo a un lado de la habitacion, abri la ventana para que ventilara un poco y cogi la camiseta para dejarla en la lavadora.
Me fui al salon y me tumbe en el sofa, esperando a que me llamara para ir a cenar.

La cocina estaba algo desordenada, había cacharros por todas partes, poco a poco fui haciéndome a ella. Había un poco de carne picada que no olía mal, así que la aproveché para hacerla de relleno en unos pimientos para los entrantes. Había mucha carne en la nevera, no había tanta variedad para preparar un gran banquete, y los dos teníamos hambre, así que saqué unos entrecots que tenían buena pinta y con un bote de nata líquida y unos champiñones hice una salsa para acompañar la carne, puse unas tonterías más para picar, no sabía si le gustaría a Nathan todo aquello....
-Nathan!!!!! grité.-uy yo gritando....- la mesa está puesta, date prisa antes que se enfríe, tengo hambre^^

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Me levante del sofa tranquilamente y fui caminando a la cocina sin prisa. Olia bastante bien y cuando vi la mesa la boca se me hizo agua. Hacia muchisimo tiempo que no comia bien. Me sente enfrente de Audrey.
- ¿En tu casa bendicen la mesa? - ella nego riendo - pues a comer.
Empece a picar de todo, estaba todo riquisimo, ojala sobrara para cenarlo al dia siguiente.

La verdad que me quedó todo bastante bueno, y Nathan comía con mucha voracidad, el pobrecillo llevaba en el estómago sólo bocadillos, le vendría bien una comida decente.
La cena fue rápida, estuvimos charlando sobre cosas del instituto y tonterías varias, al acabar recogí la mesa y dispuse a fregar los platos mientras el se sacaba una cerveza del frigorífico y se sentaba en la mesa a tomarsela viéndome hacer.
-¿Está a gusto el marqués?.-le dije echándo la cabeza atrás para mirarlo mientras fregaba, el asintió con la cabeza, se le veía féliz, recostado en la silla, mirándome y con su inseparable cerveza en la mano.-
Acabé de fregar pero él aun seguía allí sin ninguna disposición a moverse.
-Vamos cariño, hay que hacer los deberes para mañana, verás como en un ratito se hacen y si quieres nos ponemos a hacer otra cosa, pero venga, levanta.-decía tirándo de su brazo mientras él hacía fuerza.- vamos jo, deja esa cerveza aquí y subamos.
Se dejo llevar por mí y por fín nos pusimos camino a su cuarto, él iba delante, la casa era pequeña pero no tenía ni idea de cual de las puertas era. Llegamos a su puerta, estaba entreabierta, era la típica de un chico, descuidada y con las cosas por el suelo y todo mal colocado...él entró y fue directo a cerrar la ventana, hacía bastante frío allí y había dejado mi chaqueta abajo. Mientras el se ponía cómodo le pregunté donde estaba el baño, me señaló la puerta que era y me fui corriendo hacia allí por que tenía muchiiiisimo pis, no aguantaba más con los nervios que había pasado antes. Terminé no sin antes asegurarme ante el espejo que estaba perfecta y salí para ir con Nathan, entré en su cuarto y allí estaba él, con esa camiseta de tirantes negra mmm...

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Despues de cenar subimos a mi cuarto, cerre la ventana y ella se fue al baño. Deje la cerveza sobre la mesilla y cogi las mochilas poniendolas sobre la cama. Me recoste y saque mis deberes esparciendolos a un lado para dejar un hueco a Audrey. Cuando volvio la señale el hueco de cama que habia dejado para ella, entro y se sento.
- ¿Por que empezamos? - pregunte mientras sacaba los bolis, encendia la lamparita de la mesilla y me sentaba con las piernas cruzadas como los indios.

Me senté al lado de la cama que me dejó Nathan, me había puesto unos cojines atrás para apoyar la espalda, estaba muy atento conmigo todo el día y me hacía sentirme bien. Imité su postura por que me hizo mucha gracia.
- ¿Me dejas empezar a mí? tú no te enteras mucho de que va la cosa creo yo.-le quité el boli de la boca y puse mis labios sobre ellos mientras iba tirando al suelo los cuadernos y libros que estaba estorbando, empecé a llevarle suavemente sobre la cama, no quería que se hiciera daño.-
Se recostó en la cama, con medio cuerpo apoyado sobre la almohada, parecía que iba entrando en situación y eso me estaba animando a seguir. Fui a cuatro patas sobre la cama hasta llegar a él, dejé su cuerpo entre mis piernas y le ayudé a recostarse un poco más. Me quité el jersey inclinando un poco mi cuerpo hacia su cabeza y él llevo sus manos a mis muslos, agarrándolos con fuerza mientras yo bajaba mi cabeza sobre su pecho, besándole con cuidado de no dañarle. Él llevo sus manos a mi espalda desabrochándome el sujetador con rapidez mientras yo aprovechaba para quitarle la camiseta y desabrocharle el pantalón. Me dió la vuelta e hizo lo propio con mis ropas, de manera desesperada empezó a quitarme lo poco que me quedaba ya. Estaba sobre mí, tiró la almohaba a un lado y nos pusimos como locos a hacer el amor de una manera brutal, dimos rienda suelta a nuestros instintos dejando salir toda la tensión que llevabamos aguantando desde el día que nos conocimos.

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Habiamos acabado exhaustos abrazados el uno al otro. Me revolvi un poco y nos tape con la sabana, la puerta estaba entre abierta y entraba un poco de corriente. Audrey apoyo la cabeza en mi pecho y yo empece a jugar con su pelo.
- Vaya forma tienes de hacer los deberes - susurre riendo.

Los dos habíamos disfrutado mucho, la verdad que para estar convaleciente aun Nathan cumplió como un campeón, me apetecía repetir, pero por ahora prefería quedarme abrazada a él, hacía algo de frío y los dos nos dábamos calor mutuamente.
- ¿A que te ha gustado?, no pensarías que mi intención era hacer los deberes, sólo quería poner a prueba tu resistencia.-le decía mientras acariciaba con un dedo uno de sus tatuajes.-además, mañana copiaré de Is que seguro que me deja, suponiendo que su Jim la haya dejado hacerlos.-dije riendo imaginando la situación.-
Me levanté de la cama y empecé a vestirme mientras él se quedaba recostado en la cama mirándome, y a ratos pegándole traguitos a lo que quedaba de cerveza en la botella.
-No deberías quedarte así cielo, sólo faltaba que cogieras frío y te pusieras malito.-dije acostándome junto a él de nuevo.- ¿te apetece contarme alguna cosa sobre tí? sólo hablamos de mis cosas, a mí también me gustaría saber cositas de ti caramelito.-le dije poniéndole cara de penita.-

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Me levante y busque mi ropa, me puse la camiseta y la ropa interior y volvi a la cama, metiendome debajo de la sabana, fuera hacia frio.
- Claro que me ha gustado - dije abrazandola y apoyando mi cabeza en su tripa - pero la verdad es que no te veia tan lanzada - rei - pensaba que ibamos a hacer los deberes, en serio - nos empezamos a reir los dos. No sabia que contarla sin que fuera algo demasiado fuerte - No se exactamente que cosas quieres saber, asi que preguntame y te cuento

Me hizo gracia la cara que estaba poniendo Nathan mientras me decía que no me imaginaba así, ya le había avisado que no era como él pensaba, por eso se lo estaba deseando demostrar a ver si así se quitaba esa imagen equivocada de mí.
- Sabía que te iba a sorprender.-le hablaba mientras acariciaba su cabeza que estaba en mi tripa.- para que aprendas a no catalogar a la gente por su apariencia, ¿lo ves? tu no eres tan malote como haces ver ni yo soy tan delicada como tu piensas, las apariencias engañan cielo.
Nos quedamos callados durante un momento, en el cual aprovechamos para comenzar a besarnos con ganas de nuevo y cambiar de posición, ahora yo estaba sobre su pecho y mi muslo sobre el suyo.
- No quiero saber nada especial de tí, sólo algo sobre lo que has estado haciendo por ahí sólo y por qué te fuiste de aquí, aunque puedo entenderte, yo no aguantaría en este pueblo tantos años, es horrible jo, menos mal que he llegado yo para darle un toque de glamour.-dije bromeándole.- Cariño...esto..hay una cosa que quiero preguntarte...a ver ..no sé cómo empezar...-Nathan abrió los ojos al escucharme y arqueó las cejas.- es sobre lo que pasó después del accidente de la ambulancia...-si le decía lo que creí ver me tomaría por una loca.- ¿viste algo raro? te pregunto por que a mí me pareció ver a tres personas allí muy raritas...

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- Me fui de aqui porque no queria terminar en Forks toda mi vida, en realidad, me fui a buscarme a mi mismo - dije riendo - y sobre lo que he estado haciendo.. viajar de un lado para otro, he estado en tantos sitios que no recuerdo el nombre de algunos. - omiti todos los detalles del viaje, era demasiado pronto para contarla exactamente todo lo que paso y yo no estaba seguro de estar preparado para contar las cosas que habia hecho, tanto las buenas como las malas. Entonces mientras pensaba en aquello me pregunto sobre el accidente - estaba muriendome Audrey - conteste serio - recuerdo muy poco de lo que paso y todo muy borroso, pero ahora que lo dices recuerdo unos ojos completamente rojos mirandome - murmure fijando mi mirada en la ventana y recordando el momento - pero estaria alucinando -rei y deposite un beso en su cabeza.

-Yo también he vivido en muchos lugares, ya tenemos algo en comun, aunque yo nunca he vivido a la aventura como tú, siempre con mis padres que son de lo más aburridos...ya sabes, aunque ya vas comprobando que yo no soy tan aburrida como parezco ¿o quieres que te demuestre más?.-dije riéndome.- espero estar mucho tiempo contigo para que nos vayamos contando nuestros viajes, sería divertido, seguramente ¡hayamos estado en las mismas ciudades!.-hice una pausa, me puse triste al recordar que Nathan había estado a punto de morir en mis brazos.- cariño, te dije que te pondrías bien, desde el primer momento que te ví en aquel bar, super que serías mío, y con lo cabezota que soy no paré hasta conseguirte, no dejaría que te pasara nada malo, ¿al final te salve yo no?pues eso cielo, no pienses más en aquello, lo importate es que estás perfecto y conmigo.-le dije mientras me acurrucaba en su pecho sintiendo su calor.-
Pasó un rato y estábamos los dos haciendo tonterías y riendo.
- Que sepas que no alucinabas, yo vi lo mismo que tú y estaba plenamente consciente, además, le comenté a Is sobre eso, y a ella no pareció sorprenderle que le contara tal historia...no sé, aquí pasan cosas muy raritas, ¿no crees?

Nathaniel Miller

- Si.. pasan cosas muy raras - dije distraido. Mire el reloj de la mesilla, ya era algo tarde, mi padre no tardaria en volver y sus padres la iban a matar - Audrey mira la hora, es tarde y tengo que hacer los deberes, pero los deberes de verdad - dije al ver su sonrisa picara - que no parezca que te estoy echando, que por mi te quedabas toda la noche, pero no creo que tus padres esten de acuerdo - rei.

-Es cierto, ¡les dije que volvería pronto a casa! marcho ya mismo, yo también tengo que hacer algunos deberes, los demás los copiaré mañana de quien pille. Espero no haberte dejado muy cansado como para hacer los deberes.-le dije mientras me levantaba y recogía mis cosas.- ¿me acompañas al coche?
Nathan saltó casi literalmente de la cama y me acompañó a su puerta donde había dejado el coche, me abrió la puerta para que entrara, arranqué el motor y bajé la ventanilla y el metío medio cuerpo para darme un beso y despedirse de mí.
- Mañana te espero para que me lleves al insti en bici, iré preparada, palabrita, nada de tacones. reí para mí misma.-
Salí de su casa en dirección a la mía despacio, era una chica precabida.

Nathaniel Miller

No paraba de dar vueltas en la cama, el recuerdo del accidente y de esos ojos rojos no me dejaba dormir. Me levante y fui hasta el cuarto de baño, busque en el armario de las medicinas los calmantes que me habia recetado el medico y me tome una dosis, "esto sera suficiente para descansar toda la noche". Durante los dos años que habia pasado fuera de casa me habia acostumbrado a utilizar ese tipo de pastillas. Volvi a la habitacion, puse el despertador y me tumbe en la cama esperando a que me hicieran efecto.